esas mañanas...
Son esas mañanas nubosas que llenan de niebla los montes,
aquellas siluetas de moles azules entre las que se adivinan el bosque, las cañadas y corrientes de agua.
Cuanto encanto puedo encontrar en un día nublado.
Antes no me gustaban los días grises. Me deprimian,
ahora sé que también son necesarios y lo más importante:
que disfrutrarlos depende sólo de mi;
son esas mañanas nubosas, realmente maravillosas.