Amable y silencioso

Amable y silencioso vé por la vida hijo.
Amable y silencioso como rayo de luna...
En tu faz, como flores inmateriales,
deben florecer tus sonrisas.

Haz caridad a todos de esas sonrisas, hijo.
Un rostro siempre adusto es un día nublado,
es un paisaje lleno de hosquedad,
es un libro en idioma extranjero.

Amable y silencioso vé por la vida hijo.
Escucha cuanto quieran decirte, y tu sonrisa
sea elogio, respuesta, objeción, comentario,
advertencia y misterio.

Amado Nervo.

Sonríe, siempre sonríele a la vida, no importe que éste pasando, es la sonrisa un bálsamo que siempre cura, un remedio que siempre funciona; hoy día en ciudades atestadas, enmedio del ajetreo cotidiano, es tan difícil encontrar sonrisas sinceras, honestas, francas, y son tan necesarias como el aire para respirar, por todo ello, sonríe, siempre sonríe.